MEMORIA VIVA DE LA RESISTENCIA EN EL BARRIO LENIN
El 2 de febrero de 2025, los colectivos Komuni, Caminatas Punk, Periferia, Insurge y, junto a la comunidad del barrio Lenin (Francisco Antonio Zea IV Etapa), honraron la memoria de uno de los primeros tugurios de Medellín. Un espacio levantado en lucha a finales de los años 60 por familias que, empujadas por la pobreza y el abandono estatal, ocuparon terrenos baldíos y con organización popular hicieron de ellos su hogar.
La jornada fue un acto por la memoria combativa: un círculo de la palabra con mujeres fundadoras, investigadorxs populares y vecinxs, acompañados por la Corporación TallerarTe y el caricaturista Átomo, quienes plasmaron en arcilla y dibujo (cartografía) la historia de un barrio que nació resistiendo. Además, el muralista ‘MARA’ pintó un mural en homenaje a los curas Vicente Mejía y Daniel Guillard, pilares en la lucha tuguriana, y se compartió el fanzine Resistir desde el Archivo del colectivo KOMUNI.
EL NACIMIENTO DEL BARRIO LENIN Y LA ORGANIZACION POPULAR
En 1968, familias sin vivienda tomaron terrenos cerca del Hospital La María. Eran tierras del Instituto de Crédito Territorial (ICT) destinadas a un proyecto urbanístico que jamás se materializó llamado Francisco Antonio Zea (Etapa IV). Como en muchos otros tugurios de la época, el Estado respondió con desalojos violentos, pero la comunidad, unida y organizada, resistió.
Con el liderazgo del padre Vicente Mejía y el activista Aníbal Grisales "Lupo", nació el Comité Popular del barrio Lenin, que articuló su lucha con otros sectores sociales y tugurios como Fidel Castro y Camilo Torres. No era solo por techo, era por dignidad y justicia. Se frenaron desalojos, se exigió reconocimiento y se construyeron calles, viviendas y espacios comunitarios con trabajo colectivo.
REPRESION Y RESISTENCIA: LA LUCHA CONTINUA
El ICT intentó imponer condiciones injustas en la legalización del barrio. La respuesta fue férrea: organización, movilización y confrontación directa. En 1972, en plena negociación, la policía desató un desalojo violento, pero el barrio respondió con resistencia popular. No pudieron sacarlos. La victoria fue parcial, pero la semilla de la lucha quedó sembrada.
A finales de los 70, la persecución política y eclesial obligó a Vicente Mejía al exilio. Con el tiempo, el Comité Popular fue cediendo espacio a la Junta de Acción Comunal (JAC), y la comunidad perdió parte de su carácter rebelde. El barrio pasó a llamarse Francisco Antonio Zea IV Etapa, pero en su memoria colectiva sigue siendo Lenin.
HACER MEMORIA ES HACER REVOLUCION
La historia del barrio Lenin termina siendo muy particular porque reivindica una lucha popular por la dignidad de una comunidad marginada por el Estado. Ahora en día, muchas de las casas que se habitan en Castilla y en varios lugares donde se gestaron luchas populares barriales como en: Moravia, Popular, Santa Cruz, Doce de Octubre, entre otros, fueron defendidas con sudor y sangre. Por eso, mantener viva esta memoria es nuestro acto de resistencia más consecuente con el territorio. Porque la organización popular sigue siendo la clave para enfrentar el despojo y construir el futuro de los pueblos.
¡EL BARRIO LENIN VIVE!
¡LA LUCHA SIGUE!